Description
Farmacocinética
La drospirenona se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal y alcanza su concentración máxima en 60-120 minutos. Se une a las proteínas plasmáticas, principalmente a la albúmina. Es importante destacar que no se une a la globulina transportadora de hormonas sexuales ni a la globulina transportadora de corticosteroides. Se metaboliza en formas ácidas mediante el sistema CYP3A4 y se excreta en dos etapas: en menor medida a través del tracto gastrointestinal y en mayor medida por los riñones. Su vida media es de aproximadamente 1,5 días, y su concentración se duplica después de una semana de uso.
El etinilestradiol también se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal y alcanza su concentración máxima en 120 minutos. Se une firmemente a la albúmina y aumenta la globulina transportadora de hormonas sexuales. Se metaboliza en el intestino y el hígado y se elimina en dos fases: la primera en 60 minutos y la segunda en 20 horas. Se excreta en forma de metabolitos a través del tracto gastrointestinal y los riñones en una proporción de 6:4. Su vida media es de 24 horas.
¿Para qué se utiliza el medicamento?
Está indicado para mujeres mayores de 18 años para la prevención del embarazo no deseado, la normalización del ciclo menstrual y el tratamiento del acné y la seborrea.
Recomendaciones antes del uso
El medicamento debe tomarse a la misma hora cada día, siguiendo el orden del envase, con una pequeña cantidad de agua. Después de 21 días de toma, se realiza una pausa de 7 días. Generalmente, el sangrado menstrual ocurre en el tercer día de la pausa. Después de una semana, se debe iniciar un nuevo envase, incluso si el sangrado aún no ha terminado. Si se toman anticonceptivos por primera vez, se debe comenzar el primer día del ciclo menstrual.
Régimen de dosificación
Se debe tomar 1 tableta al día durante 21 días, seguido de una pausa de 7 días y luego reiniciar con un nuevo envase.
Uso durante el embarazo y la lactancia
No debe utilizarse durante el embarazo y la lactancia. Si se detecta un embarazo durante el uso del medicamento, se debe suspender inmediatamente. El medicamento pasa a la leche materna y puede alterar su sabor, calidad y cantidad.
Efectos secundarios
Las mujeres que toman anticonceptivos tienen un mayor riesgo de formación de coágulos sanguíneos, lo que puede provocar condiciones potencialmente mortales como la tromboembolia. Especialmente peligrosa es la tromboembolia pulmonar, que requiere atención médica inmediata. Por esta razón, el uso de este medicamento debe ser prescrito por un médico tras una evaluación de los factores de riesgo.
Los efectos secundarios pueden incluir cambios de humor, inestabilidad emocional, depresión, dolores de cabeza, náuseas y sangrados irregulares. Algunas mujeres experimentan aumento de peso, disminución de la libido, dolor en el pecho, abdomen y espalda, así como agrandamiento de los senos. También se han reportado infecciones vaginales frecuentes, acné, sequedad vaginal, retención de líquidos, reacciones alérgicas, caída del cabello o, por el contrario, aumento del vello corporal.
Sobredosis
No se han registrado casos graves de sobredosis, ya que el medicamento se toma siguiendo el calendario del envase. Los síntomas observados en estudios incluyen náuseas, vómitos y sangrado tras la suspensión del medicamento. El tratamiento es sintomático, ya que no hay antídotos específicos.
Contraindicaciones
El medicamento está contraindicado en los siguientes casos:
- Trombosis venosa profunda
- Tromboembolia
- Infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio
- Enfermedad cardíaca isquémica
- Trastornos de la coagulación
- Diabetes mellitus con complicaciones vasculares
- Hipertensión arterial severa (grado 2 o superior)
- Insuficiencia hepática
- Hipercolesterolemia
- Hepatitis C
- Tumores hepáticos
- Insuficiencia renal
- Cáncer de mama o de útero
- Sangrado vaginal de origen desconocido
- Hipersensibilidad al medicamento
Factores de riesgo adicionales (dos o más):
- Edad mayor de 35 años
- Índice de masa corporal (IMC) superior a 30 kg/m²
- Trastornos hereditarios de la coagulación (trombofilia)
- Antecedentes de trombos o coágulos sanguíneos
- Defectos cardíacos o arritmias
- Inmovilización prolongada o cirugías recientes (suspender el medicamento 4 semanas antes de la cirugía y reiniciar tras consulta médica)
- Lupus eritematoso sistémico
- Hiperhomocisteinemia
- Estilo de vida sedentario (más de 4 horas al día sentado)
Interacción con otros medicamentos
Los medicamentos que inducen las enzimas microsomales hepáticas pueden reducir la concentración del fármaco y provocar sangrados uterinos. Además, la inducción enzimática persiste durante un mes después de la interrupción del tratamiento. En caso de terapia a corto plazo, es necesario utilizar métodos anticonceptivos adicionales (método de barrera) durante el tratamiento y un mes después de su finalización. Si la terapia es a largo plazo, se debe optar por un método anticonceptivo no hormonal y seguro.
Fármacos como carbamazepina, fenitoína, barbitúricos, primidona, rifampicina, hierba de San Juan, felbamato, topiramato, oxcarbazepina y griseofulvina reducen la eficacia de Yasmin.
Los inhibidores de la proteasa del VIH y los inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa afectan la concentración de estrógenos, pudiendo aumentarla o disminuirla.
Fármacos como itraconazol, voriconazol, fluconazol, macrólidos, diltiazem, así como el jugo de toronja, aumentan la concentración de ambas hormonas y reducen su aclaramiento.
Yasmin aumenta la concentración de ciclosporina y reduce la de lamotrigina.
El uso conjunto con ombitasvir, paritaprevir y dasabuvir incrementa las enzimas hepáticas, en particular la alanina aminotransferasa (ALT), hasta 20 veces más que el valor normal en pacientes infectados con hepatitis C.
Indicaciones especiales
Antes de iniciar el tratamiento, es imprescindible revisar las contraindicaciones y evaluar los factores de riesgo, sopesar los beneficios y los riesgos, y someterse a un examen médico, incluyendo la detección de un posible embarazo no planificado. En caso de decidir el uso del medicamento, se debe monitorear cualquier cambio en la salud y, si se agravan los síntomas o los factores de riesgo, se debe consultar inmediatamente a un médico.
Es importante destacar que existe una relación directa entre el uso de anticonceptivos orales combinados (AOC) y el desarrollo o la exacerbación de trombos y enfermedades relacionadas, como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar. El riesgo más alto se presenta en el primer año de uso y si el período sin tomar el medicamento ha sido de 4 semanas o más.
Si hay antecedentes de angioedema hereditario o adquirido, el uso de AOC puede empeorar los síntomas alérgicos.
El medicamento afecta los niveles de glucosa en sangre y la resistencia a la insulina. En caso de tomar medicamentos hipoglucemiantes, se recomienda ajustar la dosis con el médico.
Existe la posibilidad de desarrollar hiperpigmentación local, especialmente si ocurrió durante el embarazo. Si hay predisposición, se recomienda evitar la exposición prolongada al sol.
Acné
El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel causada por un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas. Afecta principalmente las zonas seborréicas, como la cara y la parte superior del torso. El principal mecanismo en su desarrollo es la hiperfunción de las glándulas sebáceas.
Causas del acné:
- Cambios hormonales en la adolescencia
- Manipulación o presión de los granos
- Hiperqueratosis
- Hiperandrogenismo
- Uso de cosméticos inadecuados
- Climas cálidos y húmedos
- Sustancias tóxicas
- Exposición excesiva a los rayos UV
- Uso de glucocorticoides
- Higiene excesiva
- Uso de flequillo
- Malos hábitos
- Problemas digestivos
- Estrés
- Genética
- Alimentación alta en azúcares y carbohidratos refinados
Las glándulas sebáceas y sus conductos se encuentran dentro de los folículos, y cuando estos se bloquean, se genera el problema. El bloqueo ocurre debido a un tapón de sebo y células muertas.
- Comedones: Folículos obstruidos que aparecen como puntos negros en la piel.
- Miliums: Folículos obstruidos que se ven como puntos blancos.
El sebo sigue produciéndose dentro de la glándula, y debajo del tapón se convierte en un ambiente ideal para la proliferación de bacterias Cutibacterium acnes, que habitan de manera natural en la piel, pero en condiciones normales no causan la enfermedad.
La causa más común del acné es la adolescencia, debido al desequilibrio hormonal. Los andrógenos (hormonas sexuales masculinas presentes también en mujeres) son responsables del acné en esta etapa. El exceso de andrógenos provoca una mayor producción de sebo, haciendo que la piel sea más grasa y espesa.
El bloqueo de los folículos impide la salida del sebo. Esto, sumado a la acumulación de secreciones sebáceas, favorece el crecimiento de bacterias Cutibacterium acnes. Los productos de desecho de estas bacterias irritan la piel, desencadenando la inflamación.
Tipos de acné:
- Comedones
- Miliums
- Acné juvenil
- Rosácea
- Acné medicamentoso
- Acné nodular
- Acné quístico
- Acné neonatal
Clasificación clínica del acné:
- Leve: Comedones y miliums localizados en la frente, mentón o mejillas. No requiere tratamiento intensivo.
- Moderado: Comedones, miliums y algunas pústulas inflamadas. Requiere tratamiento prolongado pero efectivo.
- Grave: Comedones múltiples, pústulas inflamadas, abscesos. Puede ser nodular o quístico. Necesita medicación.
- Muy grave: Áreas inflamadas con piel desigual y un tono rojizo-azulado. Tratamiento complejo y prolongado.
Prevención del acné
Las principales medidas para prevenir el acné incluyen:
- No tocar la cara con las manos
- No exprimir los granos
- Controlar enfermedades crónicas
- Seguir una alimentación equilibrada
- Beber al menos 2 litros de agua al día
Complicaciones
No existen complicaciones que pongan en peligro la vida, pero el malestar psicológico y el desarrollo de complejos están prácticamente garantizados. Pueden aparecer áreas de hiperpigmentación, cicatrices post-acné y queloides. En casos raros, pueden formarse granulomas piógenos y acné con edema facial.
- Hiperpigmentación: Oscurecimiento localizado de la piel en contraste con la dermis normal.
- Post-acné: Cambios persistentes en la piel que son difíciles de corregir y restaurar.
- Granulomas piógenos: Pequeños nódulos rojos con una superficie húmeda y con costra, acompañados de una gran cantidad de capilares y estroma edematosa.
- Acné con edema facial: Aparición de lesiones inflamatorias en un rostro hinchado y abotargado.
- Cicatrices: Formación de tejido conectivo denso en respuesta a la recuperación de la piel tras el daño.
Tratamiento y medicina alternativa
El tiempo de recuperación del acné depende de la gravedad de la enfermedad, la adherencia al tratamiento y la dieta. Según datos estadísticos, más del 85% de las personas con acné consumen grandes cantidades de azúcar, harinas y alimentos grasos. Por lo tanto, el primer aspecto a considerar en el tratamiento es ajustar la alimentación.
Remedios caseros
- Loción: Exprimir el jugo de dos pepinos. Aparte, preparar una infusión de eneldo picado en un vaso de agua caliente durante 2 horas. Filtrar la mezcla, agregar jugo de eneldo y limón, y 20 gotas de alcohol. Aplicar varias veces al día.
- Mascarilla calmante: 50 g de miel de tilo + aceite de oliva + pulpa de albaricoque. Aplicar sobre el rostro durante 30 minutos y enjuagar con agua tibia con una cucharadita de bicarbonato de sodio. Usar por la noche, 2-3 veces por semana.
- Mascarilla secante: 1 cucharada de levadura fresca + 1 cucharada de agua tibia + 10 g de miel + 25 g de leche. Aplicar durante 20 minutos. No más de 2 veces por semana.
- Mascarilla nutritiva: Patata rallada + 3 g de bicarbonato de sodio + clara de huevo batida hasta formar espuma + 20 ml de aceite de oliva + 1 tableta de estreptocida triturada. Aplicar durante 20 minutos y luego limpiar con loción.
Estos métodos pueden ser efectivos en las primeras etapas de la enfermedad. Sin embargo, si el acné progresa, es recomendable acudir a un especialista para determinar los métodos de tratamiento cosmético y farmacológico, incluyendo el uso de anticonceptivos orales si es necesario.
Conclusión
Según datos de 2015, el acné afectó a 635 millones de personas en todo el mundo, y esta cifra solo refleja aquellos que buscaron ayuda especializada, principalmente en los casos de grado 3-4 de la enfermedad. La incidencia del acné sigue aumentando y ocupa el octavo lugar entre las enfermedades más comunes a nivel mundial.
Los factores más significativos que contribuyen a este aumento incluyen:
- Dieta inadecuada (alto consumo de comida rápida y azúcares refinados)
- Malos hábitos (tabaquismo, alcohol, falta de higiene adecuada)
- Contaminación ambiental
- Deterioro de la calidad del agua
- Aumento de la obesidad
- Enfermedades de la vesícula biliar, incluyendo cirugías como la colecistectomía.
Es importante destacar que la incidencia del acné es significativamente menor en áreas rurales, lo que sugiere que una alimentación más natural, el aire limpio y el agua no contaminada tienen un efecto protector.
Por lo general, el acné desaparece entre los 22 y 23 años, pero existen muchos casos en los que persiste hasta los 30 o incluso 35 años. Como resultado, pueden desarrollarse cicatrices y lesiones post-acné, lo que lleva a una disminución de la autoestima, ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas. También puede provocar trastornos compulsivos, como la necesidad de exprimir las lesiones, lo que agrava aún más el problema.
Para evitar complicaciones, los especialistas recomiendan iniciar el tratamiento lo antes posible, incluso con un enfoque agresivo, sin importar el grado de la enfermedad, acompañado de un cambio en la dieta y el estilo de vida.
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